Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

Yo espero que no haya necesidad del caso extremo a que S.S. se refiere, porque paréceme a mí que, cualesquiera que sean los acontecimientos que aquí sobrevengan, siempre han de tener tiempo suficiente las Cortes para poder aprobar la reforma electoral que está pendiente de discusión. (El Sr. Labra: Deseo que así sea). Por mucho tiempo que tarde la reforma electoral de las Antillas en llegar a aprobarse, si se toma el acuerdo de dedicar las tres horas que hoy se destinaban a la discusión del sufragio universal, a la de aquella reforma, no ha de tardar más que los presupuestos, sobre todo al paso que va la discusión de los mismos. Y como los presupuestos son una ley que necesita aprobarse a plazo fijo, entiendo yo que hemos de tener tiempo sobrado para que la ley electoral de las provincias de Ultramar sea aprobada.

Pero yo no tengo inconveniente en declarar que si por circunstancias imprevistas, y si por acontecimientos que yo no alcanzo a prever, sucediera lo que S.S. teme, yo como Gobierno aplicaría el artículo constitucional que S.S. ha citado, pero limitándome al dictamen que hay sobre la mesa, que al fin y al cabo es opinión de una Comisión que representa a la mayoría de la Cámara; y ya que no pudiera por mi parte llevar a aquellas provincias una ley electoral hecha por las Cortes, tendría por lo menos la aquiescencia de la Comisión que ha dado dictamen, y que representa a la mayoría del Congreso. De manera que, en último caso, llevaría la ley con las modificaciones autorizadas en el dictamen que está sobre la mesa, y por consiguiente, el problema tendría siempre solución. Este caso sería para mí doloroso, pero en último término lo aceptaría.

Por lo demás, el partido liberal y el Gobierno que le representa en el poder han realizado muchas e importantes reformas, están dispuestos a realizar otras, entre las cuales cuento las leyes provincial y municipal de Ultramar; pero comprenda el Sr. Labra que labor de tal importancia necesita mucho tiempo para realizarse.

Hemos hecho una labor demasiado grande, por más que se crea otra cosa; que estas Cortes, al fin y al cabo, dejarán una página brillante en la historia por los grandes hechos que han realizado, y no sólo por esto, sino por ser muchos los que se deben a su iniciativa

Todo no se ha podido hacer; y si Dios nos da tiempo y vida, le prometo a S.S. que la ley provincial y la municipal, y otras reformas que aquellos países necesitan, también serán realizadas por el partido liberal, cumpliendo en esto noble y lealmente los compromisos que tiene adquiridos. [3843]